miércoles, 16 de mayo de 2007

al movimiento

Hace frió, aun así con un esfuerzo casi agónico el sol golpea la cama,
es exquisito dejar que me choque estando encima del colchón.
Hermoso día,
la música es perfecta, el desayuno está intacto en el velador.
Al parecer hoy soy incapaz de morder tragar menos aun de hacer intento alguno de movimiento.
Debería cortarme las uñas, cepillar mi cabello, ordenar un poco, no sé.
Debería bañarme, pintarme la boca, perfumar mi piel específicamente el cuello detrás de las orejas, ponerme el vestido azul, las botas negras, el abrigo que me regaló el papá el otro día,
y salir,
por lo menos al patio trasero de la casa a fumarme un cigarrillo (a pesar de no saber hacerlo porque jamas fumé).
Debería dejar de mirar el techo y el chicle que esta ahí pegado.
Debería partir por ponerme las calcetas que los pies se me congelan.

Seguramente no.

De plasticina o de genero (elija usted);
Una muñeca en su casita de muñecas
sin visitas pero,
con las tacitas servidas.
Esperando a alguien que seguramente no llega.